A raíz de un artículo públicado en el diario económico cincodias.com, acerca de la las ventajas e
inconvenientes de comprar o alquilar una vivienda, nos invitó a realizar
nuestra reflexión particular desde la situación de la persona que tiene que
tomar la decisión, por lo que hemos decidido compartir con todos vosotros
nuestro punto de vista, si bien se nos hizo un poco extenso, decidimos
publicarlo en dos partes para que se haga un poco amena su lectura.
Existe un momento en la vida de
una persona en el que se plantea la emancipación, y es en ese momento cuando
surge la pregunta ¿Comprar o alquilar? Esa es la cuestión. En este post, vamos
a analizar desde nuestro punto de vista, las ventajas e inconvenientes de ambas
opciones, si bien como hemos dicho para que no se haga muy largo lo vamos a desglosar en dos
partes, una con los conceptos fundamentales y otra como reflexiones de segunda
derivada, aunque antes de tomar cualquier decisión consideramos necesarios
tener en cuenta todos los aspectos que la decisión requiere.
Desde nuestro punto de vista, la
opción de comprar es una opción de largo plazo, entre otros motivos por los
costes de transacción. Es decir, cuando se compra una vivienda además del
precio de la misma, existe un sobre coste de aproximadamente un 10% en concepto
de impuestos (IVA, ITP, AJD, etc.), legales (notaría, registro de la
propiedad), financieros (constitución de una hipoteca, comisiones bancarias,
tasación, gestoría). Este sobreprecio tiene el inconveniente que de ser necesario vender la
vivienda en un breve espacio de tiempo, se hace necesario para la conservación del
capital invertido venderla un 10% más caro, realidad que puede ser muy difícil
debido a la situación de crisis que vivimos. Por lo tanto, una de las razones
más importantes para elegir la opción de comprar es la visión a largo plazo.
En los casos de inestabilidad laboral o disposición geográfica tanto por motivos personales o
profesionales, la opción más razonable sería la del alquiler. Todo dependerá de
nuestras previsiones futuras.
Cuando decidimos la opción de
alquilar pueden darse de dos formas, una temporal por razones mencionadas u
otras cualesquiera o bien otra a largo plazo como opción de vida. En este
último caso y desde el punto de vista económico, nos gustaría señalar lo
siguiente.
Si financiáramos el 100% de la
vivienda, por cada mensualidad pagaríamos una cantidad que se podría desglosar
en dos conceptos. Uno, capital amortizado y dos, los intereses financieros. El
capital amortizado es la cantidad de dinero que le devolvemos al banco y los intereses es
lo que nos cuesta el dinero, o sea, así como la primera cantidad sería nuestra
inversión en vivienda, la segunda se trataría de un gasto.
Si comparamos los intereses
pagados mensualmente frente al pago mensual del alquiler, tendremos desde el
punto de vista económico la decisión tomada, aunque si fuésemos muy puristas
tendríamos que añadir a los intereses pagados la parte proporcional de aquellos
gastos que no existen estando de alquiler y sin embargo existen cuando vivimos
en nuestra propiedad como los Gastos de Comunidad, el IBI o las Tasas de
Basuras, que normalmente las pagan los propietarios y no los inquilinos. La
cantidad anual que suman estos gastos se dividen por 12 meses y se sumaría a
los intereses para poder compararlo con el pago de la mensualidad del alquiler.
Estos son los puntos fundamentales para tomar una decisión correcta, pero hay otros que también deberíamos tener en cuenta, si bien por no alargarnos los analizaremos en el siguiente post, así que por hoy aquí lo dejamos, en el
próximo continuaremos con el tema.